miércoles, 11 de abril de 2007

Una reflexión

Si todo esto ocurriera ¿Qué funciones tendrían las oficinas tradicionales? ¿No será momento de empezar a buscar funciones, relacionadas con lo que hacen ahora, pero más orientadas a servicios que a acciones mecánicas? Hemos visto que los bancos cada vez más dejan operar por internet, que la población va confiando en este método, y que las funciones que antes eran básicamente en las oficinas también podemos hacerlas on-line, pensemos en oficinas pequeñas, con dos o tres empleados, orientadas a atender las consultas de sus clientes, a comprobar que los datos introducidos por ejemplo al contratar un préstamo son correctos, que orienten sobre las mejores formas de inversión, que controlaran los movimientos sospechosos de fraude fiscal, etc. ¿No deberíamos orientar nuestras oficinas tradicionales hacia aquí? ¿No será esto también parte del proceso tecnológico en el que estamos inmersos? Quizás si los bancos se decidieran a hacerlo ganarían en clientes dispuestos a cambiar de banco por mayor comodidad, o por que los servicios que se prestan son mayores, o simplemente por que es la era en la que estamos.

Los préstamos

Para el tema de los préstamos sabemos que los bancos nos dejan hacer simulaciones de lo que pagaríamos, introduciendo nuestros datos personales, ¿Por qué no podríamos introducir los datos y contratar el préstamo? Está claro que así sería muy fácil introducir datos incorrectos, pero ¿acaso no vamos delante de un notario a firmarlo? En este caso no opino que los bancos deban desaparecer, más que nada considero que deben de cambiar las funciones que están realizando, pero de esto hablaremos más adelante. ¿No será quizás que a los bancos les interesa mantener el tema de los préstamos? Como bien sabemos cuando intentamos conseguir unas buenas condiciones para nuestro préstamo y vamos a otro banco con condiciones mejores tienden, al menos a igualárnoslas. Si el Banco Central estableciera unos límites a los tipos de interés, es muy probable que por la simple competencia, los bancos perdieran la facultad de negociación que tienen ahora y no serían tan reacios a que se pudieran contratar por internet.
Esta claro que esta no es la única razón de que los bancos quieran mantener ciertas funciones, pero parece que más que facilitar las cosas, intenten poner obstáculos a su desarrollo. No conozco todas las razones por las que los bancos y cajas puedan ser reacios a dejar realizar, o al menos, permitir hacerlas por internet, pero sería interesante que consideraran los beneficios de llevar a cabo estos cambios.

Las claves de acceso

Para el tema de las claves, los bancos tradicionales también son reacios. Se consideran que los PIN o claves para el acceso a internet son “demasiado importantes” para que se manden por correo o se envíen por e-mail por ser al acceso a nuestras cuentas, pero ¿no recibimos ya por correo los movimientos, cargos de la tarjeta o pagos de un préstamo? ¿Acaso no figura en ellos todos los números de nuestra cuenta y el número de la tarjeta? Compruébenlo. No estoy insinuando que se manden sin ningún tipo de medida de seguridad, sería impensable enviar en un sobre con el logotipo del banco nuestro DNI, número de cuenta, número de tarjeta, PIN y claves, pero ¿por qué no enviarlo por separado con sobres que no detectaran los posibles ladrones ser las claves del banco y con la obligación de cambiarlos en el mismo momento de recibirlos?
Existen formas de evitar el fraude, ni las conozco ni intento hacer un repaso de ellas, simplemente quiero apuntar a que se estudien formas de facilitar las claves con suficientes medidas de seguridad que no requieran la presencia física del cliente en la oficina.

Darse de alta o abrir una cuenta

Como ya comenté, la mayoría de los bancos que funcionan prácticamente con oficinas tradicionales exigen la presencia física del cliente para darse de alta con el fin de evitar los fraudes. Cuando nos presentamos en una oficina a abrir una cuenta exigen el DNI o pasaporte, pues de esta forma se supone que la persona que está en la oficina es realmente quien dice ser. Se amparan en que esta es la forma más segura de evitar fraudes, pero ¿No se falsifican con “normalidad” los DNI y los pasaportes? Con esta pregunta lo que pretendo señalar es que si existieran claves o firmas digitales personales, ¿No sería tan seguro un DNI como estas claves? ¿No podríamos entonces abrir una cuenta on-line con la misma facilidad que se hace en la oficina? Esta claro que estas claves deberían contar con una amplia gama de medidas de seguridad, pero podría ser posible.
Desde la propia Administración del Estado se plantea esta misma duda. Es necesario mantener la privacidad y preservar la integridad de los medios electrónicos. Para ello podría ser apropiada la firma electrónica incorporada al DNI, la cual será un método de identificación tan fiable como el propio DNI, pero que permitiría al usuario realizar todo tipo de solicitudes y órdenes dadas a través de cualquier medio electrónico, manteniendo los derechos de los ciudadanos.
La Firma electrónica sería, según el artículo 3 de la Ley 59/2003, de 19 de diciembre, “el conjunto de datos en forma electrónica, consignados junto a otros o asociados con ellos, que pueden ser utilizados como medio de identificación del firmante”. Es decir estamos hablando de una forma completamente segura de acceso a información.
Ya hay algunos bancos que permiten abrir cuentas con solo el DNI de forma on-line, pero es comprensible que se sienta cierto reparo por parte de los consumidores por los posibles fraudes, entre ellos el phising del que ya hemos hablado.
Lo que quiero decir con esto es que es posible que en unos años no sea necesaria la oficina bancaria para esta función, que es probablemente una de las que los defensores de la banca tradicional se empeñan en argumentar.
En segundo lugar hablábamos de la apertura de cuentas. La mayoría de los bancos tradicionales ya lo dejan hacer, pero como he comentado, los tiempos son excesivamente elevados para la mayoría de ellos (consultar la página de consumer.es para los datos), sin embargo, de los problemas que se pueden presentar este podría ser el menos importante. Es posible que ahora sea así, pero es totalmente racional pensar que esto se deba mejorar, tanto para mejorar la competitividad del banco o caja en cuestión como para mantener a los clientes. Hoy la banca on-line es complementaria, pero dado que en un futuro pueda ser la que utilicemos todos, deberían empezar a plantearse reducir estos tiempos hasta igualarlos a los que cuesta abrir una cuenta en un banco tradicional hoy en día.